Aumenta el precio de la leche, tortilla y gasolina

El presidente espurio y pelele, Felipe Calderón, fue quien decidió afectar la economía de millones de mexicanos, y no “ese bulto de Vicente Fox”, afirmó López Obrador.

Duro golpe a la economía popular

Por José Luis Ortega Pérez

A fox no le bastó ser el presidente en cuyo sexenio se triplicó el número de desempleados, el cual asciende según informe del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) a un millón 780 mil personas, sino que decidió, como despedida, asestar un duro golpe a la ya de por si famélica economía popular, autorizando un incremento a la leche, tortilla, gasolina y el diesel, los cuales se suman a los aumentos que mes a mes de las tarifas eléctricas y gas.

Un 23 por ciento de aumento en el precio de la tortilla (de 6.5 a 8 pesos kilogramo), 28.57 por ciento al precio de la leche popular (de 3.5 a 4.5 pesos), 3.66 y 2.86 por ciento, más IVA, a los precios de la gasolina Premium y el diesel, respectivamente, que se suman a los que mes tras mes a las autorizadas en tarifas eléctricas (17 por ciento en los últimos 12 meses) y gas, precios que afectan a toda la cadena productiva.

Esta medida provocó la inmediata reacción de López Obrador, quien señaló que “en el futuro ni un voto al PRI y ni un voto al PAN porque con los recientes incrementos a los precios de la leche, las tortillas y las gasolinas se confirma que ambos partidos aplican la misma política de siempre, antipopular y entreguista, que sólo beneficia los intereses de una minoría rapaz”.

“La derecha panista está al servicio de los conservadores y ambiciosos que buscan provecho personal y acrecentar los privilegios”, pero “no vamos a dejar que hagan y que deshagan con nuestro país y vamos a defender las causas de nuestro pueblo y el patrimonio nacional”, puntualizó.

Por ello, aclaró que “el movimiento para transformar a México e instaurar una nueva República no va a claudicar y seguirá adelante mientras impere el actual régimen de corrupción y de privilegios”.

Sin embargo advirtió, que si el movimiento que está en contra de la derecha neofascista se detiene o desaparece, no habrá esperanza para millones de mexicanos, sobre todo para la gente pobre y humilde “y la mayoría no podrá progresar ni vivir con dignidad, tampoco en un ambiente de justicia”.

Para López Obrador, quien tomó la decisión de aumentar los precios de la gasolina y la leche Liconsa que afectará la economía de millones de mexicanos, fue el presidente espurio y pelele, Felipe Calderón, pues descartó que “ese bulto de Vicente Fox” asumiera la determinación de los mencionados incrementos.

Durante el recorrido que realizó esta semana por las delegaciones capitalinas de Iztapalapa, Coyoacán y Gustavo A. Madero y los municipios mexiquenses de Naucalpan, Tlalnepantla y Tultitlán, invitó a la ciudadanía a su toma de posesión como presidente legítimo de México este 20 de noviembre en el zócalo de la Ciudad de México a las 4 p.m. y reiteró que el gobierno legítimo de México que encabezará, junto con sus millones de representantes traerán a “mecate corto” a la derecha reaccionaria, fascista, conservadora y vende patria.

Anticipó que al presidente títere no le resultará fácil mantener el actual régimen de injusticia, de opresión y de empobrecimiento.

“No importa el tiempo que lleve sacar al pueblo del atraso, de la pobreza en que se encuentra”, puntualizó al llamar al pueblo del Estado de México a no claudicar ni a rendirse en la tarea de transformar a México.

López Obrador recomendó a las clases medias del país iniciar un proceso de reflexión para despertar y darse cuenta de que fueron engañados el pasado 2 de julio por la derecha conservadora, tal y como lo hizo hace seis años Vicente Fox.

La derecha reaccionaria, representada aparentemente por gente decente pero que en realidad son pirrurris, dijeron en campaña que no aumentarían los precios de los servicios, “pero ahí está el incremento a la gasolina, que propiciará una escalada de precios” y obviamente afectará a las familias más pobres de México, sostuvo.

Esa misma pandilla de rufianes que aumentó los precios fue la que nos robó la elección presidencial y la que generó el actual clima de confrontación, subrayó.

Informó también que no encabezará una presidencia unipersonal sino que será colectiva, del pueblo, con el pueblo y para el pueblo, e invitó a los ciudadanos comprometidos con la construcción de una nueva República a participar como representantes del gobierno legítimo.

Hizo énfasis en que los de la derecha, en particular los dirigentes del PAN y sus servidores públicos, se sienten de sangre azul y al pueblo lo tachan de chusma y de nacos, “pero que se vayan al diablo con sus actitudes racistas”.


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