Calderón y Lula, el elogio recíproco entre la izquierda y la derecha
Agencia de Noticias Independiente (México).- El pasado encuentro en nuestro país, entre un presidente de izquierda y uno de derecha, revivió la polémica nacional sobre la no privatización de PEMEX y la política exterior mexicana.
Al grado de que el presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador, demandó al presidente “pelele”, así le gusta decirle a Calderón, que “no utilice a un gobierno de izquierda y a la empresa petrolera brasileña como punta de lanza para justificar la entrega del PEMEX a particulares, sean nacionales o extranjeros.
Desde una de las principales zonas petroleras del país, López Obrador aclaró que el pueblo de México no acepta los llamados contrato de riesgo en materia de petróleo, porque están prohibidos por la Constitución y reiteró que el mencionado hidrocarburo es propiedad de la nación.
“No aceptamos ningún arreglo que tenga que ver con la privatización de Petróleos Mexicanos”, enfatizó al reiterar que el petróleo es un bien propiedad de todos los mexicanos y que no está a la venta.
¿Pero qué tiene que ver la no privatización de PEMEX con la visita del presidente brasileño?
Lula vino a México al igual que Zapatero a promover la privatización del petróleo para sus oligarquías respectivas, y no es que Calderón necesite que lo animen, es que necesita la campaña mediática para convencer a los mexicanos de que es “pertinente” entregar las reservas petroleras de manera definitiva a los capitales extranjeros (españoles y americanos).
Por lo que ni tarde ni perezoso, Felipe Calderón (FECAL) se apresuro a felicitar la privatización de PETROBRAS (Empresa petrolera de Brasil) haciendo énfasis en lo bien que les va a los brasileños con el petróleo en manos de particulares.
¿Pero en verdad les va bien a los brasileños con la privatización de su petróleo?
La privatización de PETROBRAS representó el despido de 30 mil trabajadores en el sector en Brasil y sus puestos fueron ocupados por subcontratistas controlados por firmas extranjeras, pero cuya labor la hacen los propios brasileños. ¿Cómo la ven?
¿No qué Lula es socialista?
Pues sí, pero éste es de los “socialistas” que creen que si no puedes con el enemigo ¡únetele!, y como su sueño de convertir a Brasil en una potencia energética a través de la producción de Etanol, requiere fuertes financiamientos y el imperialismo gringo se los dio, pues a privatizar se ha dicho, porque donde manda capital no manda gobernante.
Ahora entenderán porque Calderón se deshizo de elogios hacia su homólogo brasileño. Eso de que Calderón se está acercando a la izquierda latinoamericana, son puras patrañas. Ya veremos que posición asume con Hugo Chávez, quien acaba de nombrar embajador en nuestro país.
Pero regresemos a lo que dijo el López Obrador sobre dicha visita. El presidente legítimo se encargó de recordarle a la dupla “Lula – Calderón” que “los mexicanos no permitiremos la privatización del energético, en ninguna de sus modalidades, porque es pilar del desarrollo nacional”.
Además reiteró que “es falso el argumento de que no hay recursos para invertir en las áreas de mantenimiento y de ampliación de la infraestructura petrolera”. Porque dijo, “la industria petrolera es el mejor negocio del mundo; la extracción de un barril del crudo tiene un costo de 3 dólares, pero se vende a razón de 50 dólares en el mercado internacional”.
Como siempre, atento a la política de derecha del “presidente espurio”, López Obrador dijo, “la Patria no se vende, se defiende, y no queremos que un gran negocio sea para beneficio de unos cuantos”.
Recordó que durante la administración del ex presidente Vicente Fox se captaron 375 mil millones de dólares por concepto de excedentes en la factura petrolera y esa millonaria cantidad habría sido suficiente para invertir en las ramas de PEMEX Exploración, Perforación y Refinación.
Mencionó también que desde hace 24 años se dejó de invertir en la infraestructura petrolera, al grado de que ahora se importa el 40 por ciento del total de las gasolinas que se consumen en el mercado nacional.
“Desde la gestión de Carlos Salinas de Gortari hay una intención, hay un plan para destruir el sector, pero no lo han podido lograr, porque están altos los precios de dicho hidrocarburo y no hay ninguna justificación para privatizar la industria petrolera”, argumentó.
Finalmente me pregunto: ¿De qué sirve un gobierno socialista que siga las medidas económicas del imperialismo? De nada, me contesto.0 tú que opinas.
Fuentes:
Gobierno legítimo de México,Rebelión.,
kaos en la red y Blogs de la Resistencia en México.
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